
Autor: Erasmo Prado Rosas
Técnica: Acrílicos sobre lienzo
Dimensiones: 30 cm x 50 cm (c/u)
Fecha: 27 de noviembre de 2011
Historia:
Esta forma de diablada puede considerarse como la más antigua que pudo haber surgido, ya que los rasgos que presenta esta manifestación, incluyen una pantomima especial sobre acecho del diablo hacia las almas puras, a través de mímicas a las que se le fueron incorporando música, pasos, movimientos, coreografía, entre otros elementos. Si tratamos de esclarecer los orígenes de ésta manifestación, los diablicos sucios carecen de lenguaje por lo que podemos asegurar de que ésta pantomima sirvió de acecho a los nuevos devotos de la fe cristiana como reemplazo de una regla que sirviera para comunicarse, determinando así un personaje “sucio”, amedrentador, al cual debían de temer puesto que representaba al Rey de las Tinieblas, Satanás, el mismo Diablo, elemento que era totalmente opuesto a las enseñanzas de Dios, que la Iglesia Católica representaba y que abrazaba a los nuevos creyentes de esta religión. Esta representación de diabladas o diablos sirve entonces para los fines de catequización y más adelante con el establecimiento del idioma español, aparece la otra forma de diablos en una representación entre el bien y el mal.